sábado, 9 de febrero de 2008

LOS DOS



el niño y el hambre los dos con una estaca
a girar la rueda a buscar el asno
a codiciar los basureros
íntimos, íntimos, íntimos
nacieron en Lamisma
a la misma hora en la misma ubre
inseparables
laicos e iconos en las iglesias/
el viejo y la pena los dos con una bolsa
a buscar un aro a montar la bestia
a codiciar los basureros
íntimos, íntimos, íntimos
mueren en Lamisma
a la misma noche en la misma urbe
uña y carne
creyentes y deudores en las iglesias

Julio Obeso

1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Y yo lo suscribo: los dos.

Es imposible cortar. El día con la noche no tiene pared, el ojo con el corazón no tienen disolución, solo un hilo que pasa por esa gris plastelina moldeada por los días y las noches, que no tienen pared.

La miseria y el verso son el halo y la manta. No tienen nada que no ver.

Tu Viktor