lunes, 17 de diciembre de 2007

Una historia de islas




I.-
*
Si no cuentas una historia
quién te lee
quién te entiende .
Un poema solitario es como un huérfano
una isla luminosa a la que nadie llega,
un idólatra insoportable.
*
II.-
*
Pensaba en las palabras de Almudena Guzmán
leyendo sus poemas, una entrevista que le hacen,
("yo siempre he escrito mis libros como si fueran una historia. Es completamente unitario. No me suelen gustar los libros de poemas que no tienen esa unidad y por eso intento que los míos la tengan")
mientras en el baño de la oficina
me doy sombra de ojos, hoy gris, (a juego con el traje)
blanco brillante bajo las cejas y rimel negro.
*
Trazo una línea negra sobre las pestañas y mis sueños
que atraviesan este espejo mal iluminado
-por eso, tal vez, me pinte demasiado, no sé-,
parpadeo, ya está.
Antes he añadido algo de maquillaje en el rostro
para unificar tantas islas,
esas pecas que salpican las mejillas.
Añado también un poco de colorete color melocotón para
contrastar y resaltar los pómulos.
*
Después perfilo los labios con rojo oscuro
asi marco el territorio para los besos y
todo lo que me callo.
Eso, saldrá por las bocas de los dedos,
por los dedos de las mañanas,
porque las mañanas si que son islas fantásticas
para no callar.
*
III.-
*
Por cierto, pasado mañana, como muy tarde
pondré un tinte a las raices blancas de los deseos
y mis pensamientos serán entonces
color del fuego, del bronce o de la plata,
e irán provocando incendios
a cada sílaba, a cada abrazo.
Espero no asustar a los niños
y me dejen entrar al día siguiente
en la oficina, de esa guisa.
*
IV.-
*
... Y pensaba en estas cosas
por algo que ya no recuerdo.
Ah si, contar una historia;
un incendio, un violín, una calle oscura,
nada, lo de siempre, pensando en ...
*
Lo mismo uno de estos días
me corto la cabeza y la sustituyo por otra
más juvenil y sumisa con la revolución
y la altura justa de mis palabras
y a lo mejor me hago pasar por otra,
y hasta puede que me deje de pasar
por la oficina.
Y es que las islas de las mañanas
son fabulosas.
*
Ya por las tardes empiezo a divagar.
Esto es lo que ha dado de sí la mañana
después dicen que tengo la cabeza en otra parte
y es verdad.
*
(Rgtro.Gral.Pdad.
Intelectual Junta de Andalucía
año 2007).
Cádiz
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Carla Herrera
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