Para mi nieto Arturo.
Ha de llegar el aire
en el manantial del tiempo
y en los brazos de agua de la fuente
los mármoles formaran como soldados
ante la inevitable batalla.
La sonrisa en los labios y en los brazos
ese calor del que mana la luz,
universos de victoria en transito hacia la vida.
Espacio y cima desfilando sobre un cantar de pájaro
y en perpetua adoración el viento
se difunde en un rumor, soplo total que palpita
como el viento en las distancias,
caricia de trigo que activa silba la alegría que crece
entre las mieses.
Claridad latente nacida en altitud sobre el nivel del día,
paz en la tarde, redonda, compacta, se respira,
se despejan los ojos y la lluvia desciende a raudales
con alegría concentrada en Junio.
Horizontes azules estallan sobre un redondel
y una aureola hermosa que gravita con ardor de ola
profundizándose en su dicha,
plenarios para la vida que esta aquí ya
y que siento tan mía.
Felicidad, gozo derrochando presente,
realidad que se consuma mientras desciende
glorioso un ardoroso cielo que en su impulso vital
de felicidad nos rocía.
Carmen
No hay comentarios:
Publicar un comentario