sábado, 24 de noviembre de 2007

OFICIO PURO



¿Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor?

¿En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor?

¿Cómo ve el rostro de los demás y los demás cómo ven el rostro de ella?¿De qué color es la piel de una mujer que recién ha hecho el amor?

¿De qué modo se sienta una mujer que recién ha hecho el amor?

Saludará a sus amistades

Pensará que en otros países está nevando

Encenderá y consumirá un cigarrillo

Desnuda, en el baño dará vuelta a la llave

del agua fría o del agua caliente

Dará vuelta a las dos a la vez

¿Cómo se arrodilla una mujer que recién ha hecho el amor?

Soñará que la felicidad es un viaje por barco

Regresará a la niñez o más allá de la niñez

Cruzará ríos, montañas, llanuras, noches domésticas

Dormirá con el sol sobre los ojos

Amanecerá triste, alegre, vertiginosa

Bello cuerpo de mujer

que no fue dócil ni amable ni sabio.


(“Oficio puro”) de Víctor Valera Mora
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Hace setenta años, este 20 de septiembre, vino al mundo Víctor Valera Mora (1935-1984), uno de los más singulares poetas venezolanos y uno de los más desenfadados que haya producido la lengua. Mejor conocido como El Chino Valera Mora, su obra, poco celebrada fuera de su país, es no obstante una de las referencias más reveladoras de los rumbos que tomó la poesía, escrita en español, durante los furiosos años sesentas, cuando en la península toda renovación poética parecía venir de la mano de la frivolidad y un aparente neoculteranismo, y en América sucumbieron tanto las fórmulas meramente agitacionales y de propaganda y aquellas que alienadas por los facilismos de la escritura automática, quisieron hacer pasar por liebre lo que apenas era gazapo. Valera Mora es el mejor exponente de ese período de esperanzas en la lucha contra las opresiones sociales y la búsqueda de nuevos sentidos para la vida, como quisieron los jóvenes que marcharon por las avenidas de las grandes ciudades aquel 1968, el año de la revolución. Su obra y su vida son, qué duda cabe, junto a las de Juan Gelman, Roque Dalton o Fayad Jamis, el paradigma de esa hora irrepetible. “De todos los poetas contestatarios”, escribió Manuel Bermúdez, “ha sido Víctor Valera Mora el que ha nutrido más a la Revolución con su palabra, sin cobrarle un centavo, ni mucho menos vivir a costa de ella”.

5 comentarios:

Jordi Roldán dijo...

vaya poema... me parece acojonante. yo me lo he preguntado una y mil veces, pero he sido incapaz de pensarlo de esta forma tan bella. Gracias por colgarlo

ágatas, cueros y cristales dijo...

Expléndido de verdad. Acabo de caer por aquí de un modo casual y... volveré.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Compa d'Arles:

infatigable lector, vecino de estos lares, gracias por compartir tu pálpito.

Un abrazote

Tu Vikor

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Asun:

Gracias por la visita y huella.

Me alegra te gustase ese poema, que por más está dedicado a mi amigo y poeta Julio Obeso, de Gijón.

El 14 diciembre recibe un homenaje del Centro Cultural del Antiguo Instituto en Gijón.

Por allí nos podremos ver.

Un abrazote

Viktor Gómez

http://viktorgomez.blogspot.com

Unknown dijo...

Yo despues de leer a Victor Valera, me que de inquietado... y escribi con sus palabras... lo que a veces pienso... www.orangelgildelgado.com saludos.