martes, 24 de febrero de 2009

NACHO MESSEGUER: Presenta en El Dorado


El 5 de marzo, en Café El Dorado, Nacho Messeguer presenta su poemario MAL TIEMPO EN PRIMAVERA publicado en Baile del Sol

Ver información AQUI

Escuchar este poema de dos minutos y medio, en su versión audiovisual

El chico sensiblete y la puta de la rotonda








El chico sensiblete y la puta de la rotonda del acceso al polígono industrial

.


Y dice el chico sensiblete: Amo
la primavera.
Porque primavera nacimiento
o vida después
de la muerte,
colores, caricias, tulipanes,
días
que se alargan,
noches de luna, azahar, los poetas
nerviositos,
escribiendo,
(energía
creativa), los cielos, los chopos,
vientos amables, montañas
verdiblancas, ternura, sangre, locura, agua
límpida, pájaros
que cantan
a veces
alegres
por las mañanas.

Y dice la puta
de la rotonda
del acceso al polígono industrial: Amo
la primavera.
Y sé que no existen las flores
y que la luna está sobrevalorada.
Es una cuestión de eliminación: no es invierno
y no sopla ese viento
que corta
mi cara
y lo que pude salvar
del incendio de mi alma, y no hay gripe.
No es fácil estar en la carretera
enseñando piel
con gripe.

No es fácil meterse en ese coche
con ese tipo, míralo,
con gripe.
Es una cuestión de eliminación: no es verano
y el calor y
el humo de los camiones
no se mezcla con el polvo
desértico
y el aroma del asfalto
que se derrite
ni el sol es avérnico fuego
que me hace saltar la piel
y me hace envejecer cinco o seis
o diez por año.
Y el 3 de febrero,
en plena ola de frío,
mientras un viento
del norte
saca a relucir el odio
por el mundo
de todos los que andan fuera de techo,
el chico sensiblete,
con un calefactor bien pegadito
a los pies,
escribe sobre flores y
caricias y
energía creativa y
la dura vida de las putas.
Y la de la rotonda
del acceso
al polígono industrial
tiene que esforzarse
más
de la cuenta
para levantarse
y acudir a su centro de trabajo
y convencerse allí,
espalda al viento,
de que la ola de frío no
puede durar demasiado
y que ya verás que pronto llega
la primavera.

NACHO MESSEGUER

lunes, 9 de febrero de 2009

EL LIBRO DE LOS MOMENTOS: Un abandono. Por Ana Mª Espinosa


-En el momento que busque trabajo, se va- Le decía.
Ya se ha ido;
de ti.
Quiso decir "encuentre"
No cambia el hecho que se ha ido,
ya.
Un momento puede decidir del resto de una vida.
Caminaba por la calle, oía voces por las aceras,
conversaciones de otros que se cruzaban
en el aire enrarecido de una huída hacia ...
....................................................................... 
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Ana María Espinosa

sábado, 7 de febrero de 2009

OLVIDO GARCIA VALDES: Poetica, 1997

Desde "Artes poéticas" Olvido García Valdés, expone su poética:

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Alguien dijo que el misterio de un libro no está en su final, sino en su principio. Cada uno de mis libros deja atrás una época, un modo de estar, y después de cada uno viene un vacío, una incapacidad de sentir emoción. Como si de una enfermedad se tratase, todo se vuelve irreal: mi vida, la manera en que según observo se relacionan las personas, la falta de sentido en casi todos lo que oímos —pura palabrería sin soporte, sin raíz: telarañas de las que parece imposible desprenderse. Todo resulta entonces aleatorio: ya no sólo por la intrínseca movilidad y gratitud de las cosas, por el azaroso vaivén de la vida, sino por esta confusión de lenguas. por el progresivo vaciamiento de las palabras.

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Esa desesperanza, ese volverse todo ajeno cuando no claramente detestable o peligroso, lo atempera la escritura. Un poema, lo sabemos como lectores, es el lugar donde las palabras alcanzan a las cosas.: en él late el hálito de lo que no estará o de lo que estará cuando uno ya no esté. Reconocer y nombrar, lo descarnado, pero no perecer: conservar pensamiento y emoción y tejido con el mundo; así, el poema.



Arrebato, la mítica película de Iván Zulueta, reivindicaba un cine-mundo, un cine que diese cuenta de la pausa, del parón, del vértigo temporal en una imagen. Ahora alguien me cuenta: “ayer estaba en la cocina, la cocina da a un camino en pendiente y llovía; sólo se veía agua que arrastraba barro, un río de barro que bajaba, y abajo, en el borde inferior de la ventana, el verde de las plantas que tengo allí”. Eso es pausa.



O lo escasos que son los lazos verdaderamente fuertes. La enfermedad, sabemos, ocupa a veces el espacio del alma, es el alma: la falta de emoción. Después uno vuelve poco a poco en sí y encuentra lo que se va quedando en la cabeza. El poema, como determinada pintura, parece resultar de una atención extrema, de ese hacernos melancólicos y extraños vigilantes de lo que está ahí, de lo que no somos y que por completo nos atrapa y nos ocupa. Lo que pasa al corazón.
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Acabé Caza nocturna, mi último libro, en abril del 96; aún no sé cómo será el proximo. Sin embargo, he vuelto a desear escribir, como si antes del poema se acercara la sombra del poema se acercara la sombra del poema. Eso de la sombra del poema. Eso de la sombra del poema: si llegan a hacerse, los próximos tendrán que tener algo de Bruno Schultz y líquenes o la huella de líquenes y algo de Emily Dickinson (ahora, al escribirlo, pienso que quizá eso es otro modo de decir misterio y emoción y materia). Parece que cesó la violencia, la soterrada ira, la autopunición. No así el luto, tal como de él habló Benjamín, su demorado ánimo meditativo. Pero hay también un muy antigüo deseo de ligereza. Y en ese sentimiento de lo aleatorio a veces parpadea alear: cobrar aliento quien convalece, reparar algún afán o trabajo. De la poesía sólo sabemos por sus misteriosos resultados, los poemas, pero también es misterioso su origen, lo extraña que es la vida.
Toledo, noviembre de 1997.

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En El último tercio del siglo (1968-1998). Antología consultada de la poesía española, Madrid, Visor, 1998, p.p. 424-425.

martes, 3 de febrero de 2009

LA FELICIDAD bajo el prisma científico de los avances e investigaciones sobre la mente humana y la trama psicosocial

La felicidad:

Desde que la media de vida superó los 30 años, en el primer mundo y desde el S. XX hemos pasado de un vivir (evolutivamente entendido)para la supervivencia y procreación a poder aprovechar esa esperanza de vida con 40 años de vida redundante (70-75 años) y con miras a ser/estar felices. Duele pensar que esto quede solo en un area tan restringida de la Aldea Global. Pero ese asunto lo abordaré en otro post. Quiero fijarme ahora en la posibilidad de pensar que nos aporta la ciencia y qué la conciencia a la hora de la busqueda de la felicidad en nuestro entorno inmediato. Y juego con un documental REDES (Eduardo Punset) que se ofrece por un canal de cultura masiva. En este video, proponen unos ingredientes para la felicidad:

Una vida social orientada a lo generoso, a lo cooperativo, a la amistad,
formar parte de algo que vaya más allá de tí mismo

Una relación satisfactoria, amorosa y sexual sana y plena, con buena comunicación y proyectos comunes; encontrar pareja es favorable.

Optimismo y gratitud, saber perdonar, la autoestima y es dejar de lado la envidia y la obsesión por el dinero o el poder.

Un quehacer (de ocio o trabajo) en lo que uno hace mejor, darle tiempo, desarrollarse en faenas, aficciones, estar activos y sumergirnos de lleno
en lo que se nos da bien.

Sentimiento de libertad (responsable)

Tener el dinero suficiente para vivir, pues tanto su exceso como su defecto
nos impedirán lograrnos, ser felices.


Todo depende de la persona, parcialmente somos responsables y sobre esa responsabilidad valdría la pena hacerse protagonista. No dejarse llevar
sino ir elaborando nuestra hoja de ruta, orden de prioridades, tácticas
y estrategias, gestión del tiempo, del tiempo hasta para redirigir nuestras
opciones, estado de flujos que determinan en gran medida una vida lograda
o fustrada.

Ved estos dos videos, tiene para reflexionar. Ahondad. Creo que da para conversar y replantearse la vida.





2ª parte. Ojo al asunto de acoso laboral y otros síntomas que desnudan lo que me parece a mí que son las consecuencias de una política social que contamina la salud mental y física del ser humano. Patologías hay que se derivan de las prácticas neoliberales. La antipsiquiatría ya lo advirtió en los 70. Convendría releer a Foucalult a la luz de los estudios que os adjunto. ¿No mejoraría un cambio radical de los estilos de producción, consumo y convivencia la salud y calidad de vida que posibiliten aspirar a la felicidad?. ¿Deberá ser el trabajo cada vez más alienante y deshumanizador?. ¿quien puede trabajar en lo que le pueda realizar como persona y no sea solo una manera de conseguir el dinero para subsistir?. Esta segunda parte es curiosa. Analicémosla. Y pensemos colectivamente, no solo de manera individualista o tan siquiera individual. Arriesguemos a pensar desde un nos. Y revisemos lo que aquí comentan Eduardo Punset y su invitado.